sábado, 31 de enero de 2009

Evangelio del Domingo IV del Tiempo Ordinario.


Lectura del Santo Evangelio según San Marcos.

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaúm, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenia un espiritu inmundo, y se puso a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Haz venido a acabar con nosotros?

Sé quien eres: el Santo de Dios". Jesús lo increpó: "Cállate y sal de él". El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió.

Todos se quedaron estupefactos: "¿Qué es esto? Es una enseñanza nueva, con autoridad.

Hasta los espíritus inmundos les manda y le obedecen". Pronto se extendió su fama por todas partes, en toda la región de Galilea.

Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario